domingo, 8 de noviembre de 2015
Principios y fundamentos de Edward Taylor
Taylor es el
fundador del movimiento conocido como organización científica del trabajo. El
pensamiento que lo guía es la eliminación de las pérdidas de tiempo, de dinero,
entre otros, mediante un método científico.
Afirma que
“el principal objetivo de la administración debe ser asegurar el máximo de
prosperidad, tanto para el empleador como para el empleado”. Para el empleador,
el máximo de prosperidad no significa la obtención de grandes beneficios a
corto plazo, sino el desarrollo de todos los aspectos de la empresa para
alcanzar un nivel de prosperidad.
Para el empleado, el máximo de prosperidad no
significa obtener grandes salarios de inmediato, sino un desarrollo personal
para trabajar eficazmente, con calidad y utilizando sus dones personales.
Taylor hace una distinción entre producción y productividad: “la máxima
prosperidad es el resultado de la máxima productividad que, depende del
entrenamiento de cada uno”. Consciente de la oposición entre obreros y
empleadores, da la siguiente explicación:
·
Existe una falsa creencia, de que un aumento de la
producción traerá el desempleo,
·
Algunos malos sistemas de administración obligan al
obrero a limitar su producción para proteger sus intereses pues, cuando él
aumenta su ritmo de trabajo, el patrón se las arregla para no aumentarle su
salario.
·
Hay métodos de trabajo desastrosos que desperdician
los esfuerzos de los obreros que reciben poca ayuda y pocos consejos por parte
de la dirección.
El
objetivo de la organización científica del trabajo (OCT) es derribar esos
obstáculos y descubrir los métodos más eficaces para realizar una tarea y
dirigir a los obreros: la “cooperación estrecha, íntima, personal, entre la
administración y los obreros es la esencia misma de la OCT”. “Lo que los trabajadores
piden a sus empleadores es un salario elevado, y lo que los empleadores desean
son bajos costos de producción la existencia o la ausencia de estos 2 elementos
constituye el mejor indicio de una buena o de una mala administración”.
Principios y Fundamentos
Taylor es el
fundador del movimiento conocido como organización científica del trabajo. El
pensamiento que lo guía es la eliminación de las pérdidas de tiempo, de dinero,
mediante un método científico. El argumento que sus cuatro principios de
administración científica traerían la prosperidad tanto a los trabajadores como
a los gerentes, 4 principios de administración de
Taylor. (Jáuregui G, 2001).
Establecer
la ciencia de cada parte del trabajo del individuo, que remplace el antiguo
método de “hacerlo al ojo”.
Escoger
científicamente al trabajador y luego capacitarlo y desarrollarlo.
Cooperar
entusiastamente con los trabajadores para asegurarse de que todo el trabajo se
realice de acuerdo a los principios de la ciencia que se desarrollo.
Dividir el
trabajo y la responsabilidad casi por igual entre la gerencia y los
trabajadores, la gerencia asume todo el trabajo para el que está más capacitada
que los trabajadores.
Taylor
postuló que su método se aplicaba a todas las actividades humanas, no provocaba
desempleo y aumentaba la remuneración y la formación profesional de los
obreros.
Fundamentos de la Administración Científica
Identidad de
los intereses del patrón y del obrero
El principal
propósito de la administración debiera consistir en asegurar el máximo de
prosperidad al empleador, unido al máximo de prosperidad para cada empleado.
Las palabras
“máximo de prosperidad” son usadas, para significar grandes dividendos para la
cría y, el desarrollo de cada rama del negocio a su más alto grado de
perfección, de manera que la prosperidad pueda ser permanente.
El máximo de
prosperidad para cada empleado significa salarios más altos de los que reciben
y, el desarrollo de cada hombre a su estado de máxima eficiencia, de manera que
pueda efectuar, el trabajo más apropiado a su capacidad natural.
Los hombres
consideran que los intereses fundamentales de los empleados y los patrones son
antagónicos. La administración científica se fundamenta en la convicción de que
los verdaderos intereses de ambos son idénticos, que la prosperidad del patrón
no puede existir a menos que vaya acompañada de la prosperidad para el
empleado, y que es posible dar al obrero lo que más desea –altos salarios- y al
patrón lo que más busca: mano de obra barata.
Cuando un
hombre trabaja solo la mayor prosperidad puede existir cuando dicho individuo
ha alcanzado su más alto grado de eficiencia; cuando rinde su mayor producción
diaria
La mayor
prosperidad permanente para el obrero, unida a la mayor prosperidad para el
patrón, solo puede ser alcanzada cuando el trabajo del establecimiento se hace
con el menor gasto combinado de esfuerzo humano, de materia prima, etc. La
mayor prosperidad solo puede existir como resultado de la mayor productividad
de los hombres y de las máquinas del establecimiento, cuando cada hombre y cada
máquina están rindiendo l mayor producción posible.
El propósito
más importante de los obreros, como de los jefes de administración, debe ser la
capacitación y desarrollo de las facultades de cada individuo, de manera que
pueda efectuar, al ritmo más rápido y con el máximo de eficiencia, el trabajo
que mejor convenga a sus aptitudes naturales.
Dentro del
mismo contexto cabe señalar que el taylorismo, basado en el principio de la
‘administración científica’ desarrollado por Frederick Winslow Taylor, puede
considerarse como la racionalización de los procesos productivos al diferenciar
las tareas de creación y ejecución, o lo que es lo mismo, al dividir la
organización de la producción (directivos, ingenieros, entre otros) de las
tareas mecánicas, asegurando un mayor control de la producción por parte de los
gestores.
Así, los
aspectos mentales quedan separados por completo de las tareas manuales. Esto
constituyó una ruptura total con los métodos de producción del pasado, cuando
la producción se organizaba en función del tipo de artesanía y los artesanos
creaban, organizaban y completaban las tareas manuales.El taylorismo es pues,
la base de muchos de los procesos productivos actuales y representa uno de los
primeros pasos en lo que hoy llamamos Administración Gerencial.
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